El ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, ha confirmado que España mantendrá el contrato de venta de 400 bombas a Arabia Saudí.
El gobierno de Pedro Sánchez «no encontró ninguna razón» para no cumplirlo», afirmó el ministro español en una entrevista con la radio Onda Cero.
Así lo ha afirmado también la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien al ser cuestionada por un periodista, que le ha preguntado si «¿El Gobierno puede garantizarle a la población española que esas bombas, dentro de unos meses, no vamos a saber que han matado a civiles en Yemen? ¿tiene alguna garantía? ¿qué pasaría si sucediera? ¿qué responsabilidad asumiría?» ha contestado que «El gobierno sabe que lo que está vendiendo son láser de alta precisión, y por lo tanto, si son de alta precisión, no se van a equivocar matando a yemeníes.»
El Ministerio de Defensa español había avanzado que iba a cancelar el contrato y devolver los 9,2 millones de euros, tal y como recogió LibreRed, y que no venderían bombas «que pudieran implicar la utilización directa de este tipo de armamento contra población civil», en alusión al ataque contra un autobús de niños en Yemen a principios de septiembre.
El anuncio de que iban a comenzar los trámites para la paralización de esta venta de bombas, hizo disparar la alarma sobre una posible cancelación del acuerdo firmado con Arabia Saudí para la fabricación en los astilleros de Cádiz (sur de España) de cinco corbetas a cargo de Navantia. El Gobierno finalmente ha decidido claudicar ante Arabia Saudí y mantener la venta de 400 bombas.
El Ministerio de Defensa provocó una crisis diplomática con el reino absolutista dirigido desde Riad, al amenazar con romper el acuerdo, y posteriormente ha decidido ponerse de rodillas para no perder un contrato millonario con Navantia para la construcción de las corbetas.