John Bolton, consejero de Seguridad Nacional de EEUU, dirige un complot para promover la violencia en Venezuela, que pasa por «una intervención militar extranjera, un golpe de Estado, el asesinato del presidente de la República y la imposición de lo que ellos llaman un consejo de gobierno transitorio», denunció el jefe de Estado venezolano en una conferencia de prensa el 12 de diciembre en el Palacio de Miraflores, en Caracas.
Nicolás Maduro dijo tener a su disposición informaciones sobre el entrenamiento de fuerzas de comandos en la Base de la Fuerza Aérea de Eglin, en el estado norteamericano de Florida. Estos «grupos terroristas» tendrían como misión emprender una «agresión quirúrgica» contra las bases aéreas Libertador de Palo Negro (en el estado de Aragua) y de Barcelona (Anzoátegui), y la base naval de Puerto Cabello (Carabobo).
Además, la administración estadounidense aumentó de 40 a 120 millones de dólares el dinero de los «fondos secretos» destinados al soborno de oficiales venezolanos, con el fin de provocar un «disturbio militar», revela la AVN.
En esta acción, estaría involucrado Oswaldo García Palomo, un coronel reformado de la Guardia Nacional Bolivariana, que diariamente entra en contacto con oficiales venezolanos para instarlos a participar en el «plan golpista». «Ya fue denunciado por varias decenas de oficiales», dijo Maduro en referencia a las acciones de García Palomo, que fue acusado por las autoridades venezolanas de participar en el intento de atentado contra el presidente de la República, el pasado 4 de agosto.
El jefe de Estado precisó además que un grupo de fuerzas paramilitares, denominado G8, está siendo entrenado en el municipio de Tona, ubicado en el departamento colombiano de Santander, según la información de los servicios secretos. Allí, dijo, «se encuentran 734 mercenarios, colombianos y venezolanos», y su función es llevar a cabo operaciones de «falsa bandera».
De acuerdo con Maduro, estos mercenarios, fingiendo que son soldados venezolanos, pretenden llevar a cabo ataques contra unidades militares en la frontera, dando así inicio a una escalada violenta que confunda a la opinión pública y justifique cualquier otra acción militar contra Venezuela.
Maduro se refirió además al viaje reciente de John Bolton a Brasil para «asignar misiones» al futuro vicepresidente de este país, Hamilton Mourão, en el sentido de iniciar «provocaciones militares» en el sur de Venezuela, concretamente en la frontera entre ambos países sudamericanos.
Disposición para dialogar con Trump
El presidente venezolano volvió a manifestar su disposición a conversar con su homólogo norteamericano, Donald Trump, para establecer un diálogo que permita sentar las bases para «la paz, la cooperación y el respeto mutuo». En la misma línea, exhortó nuevamente a la oposición a reanudar las conversaciones, con una agenda abierta.
Sin embargo, dio instrucciones al ministro de Asuntos Exteriores, Jorge Arreaza, para que llamara al encargado de negocios de EEUU en Venezuela, Jimmy Story, exigiéndole la no injerencia en los asuntos internos del país caribeño.
«No admitimos que nadie se inmiscuya en los asuntos que son sólo de Venezuela», declaró.