Escaparse del mundo y disfrutar de la buena gastronomía, placeres que no tienen precio

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Escaparse del mundo y disfrutar de la buena gastronomía, placeres que no tienen precio

Disfrutar de los placeres de la vida, bien sea en un hermoso lugar escondido entre montañas o sentándose a degustar un divino plato catalán, es el mejor regalo que todos deberían darse y que no es difícil de cumplir. Sólo hay que tener las ganas de aventurarse y darse el gusto.

Vivir no sólo es restringirse a las cosas cotidianas que a diario se realizan en el transcurso del trabajo y de compartir en familia, pareja o en soledad; hay aspectos que ofrecen otra dimensión y que son muy gratificantes, porque permiten alcanzar niveles saludables de satisfacción y dejar recuerdos inolvidables. Viajar  a  lugares increíbles y disfrutar de una buena gastronomía, definitivamente, son parte de ello.

 

Un lugar fuera de este mundo

Salir a descubrir nuevos parajes ha sido por excelencia una de las formas más placenteras de disfrutar de la vida y pasar momentos inolvidables. España cuenta con una inmensa variedad de opciones para salir de la rutina y construir recuerdos que puedan quedar para siempre. 

Un ejemplo son las montañas de Los Pirineos, que  brindan eso y más, con sus espectaculares vistas y con uno de los mejores ambientes que existen para soñar: el Lago de San Mauricio. Este acuífero natural se encuentra ubicado a 1.900 metros de altitud, en el Parque Nacional de Aigüestortes, entre hermosos paisajes formados por la sierra que define este extraordinario espacio de la geografía española.

El lago ofrece no sólo la belleza de sus aguas que convergen en el fondo de un circo glaciar y las increíbles vistas que sólo allí se pueden disfrutar, sino también la infinidad de alternativas para vivir experiencias fuera de lo común, como por ejemplo caminatas, senderismo, respirar aire puro y disfrutar de la naturaleza en su máxima dimensión.

Y lo mejor es que se pueden combinar las vivencias rústicas y campestres de caminar por las rutas que llevan al lago, con el confort y la buena atención que brindan las infraestructuras hoteleras que se encuentran en el lugar, principalmente en el pueblo de Sort, ubicado a pocos kilómetros, desde donde se hacen las mejores excursiones.

Cualquier momento es bueno para visitar el Lago de San Mauricio, pero la primavera y el verano son ideales para darse un buen chapuzón en las cristalinas aguas de los ríos y afluentes cercanos. Sin duda alguna, una maravillosa opción para disfrutar en familia o pareja.