SpaceX ha revelado por fin la identidad del que será el primer turista espacial que la compañía, dirigida por Elon Musk, enviará alrededor de la Luna a bordo de su BFR. Será el multimillonario emprendedor japonés Yusaku Maezawa, propietario de la plataforma de moda online más importante del país.
Por mucho tiempo nuestro mundo fue muy pequeño. Vivíamos y moríamos en un radio de pocos kilómetros, fuera todo era peligroso. Se alertaba a los niños para que no salieran del territorio conocido, pero se ansiaban noticias de tierras lejanas. Los viajeros eran recibidos con desconfianza y después curiosidad, oíamos sus historias y aprendíamos sobre Ur, Babilonia… lugares imaginarios y reales, leyendas y hechos, todo mezclado en las historias de esos viajeros.
Imagina una aldea donde siglos después se construirá la ciudad de Bagdad. Niños a 500 km del océano más cercano oyendo relatos de visitantes que habalaban de inmensos océanos sin fin de agua salada, bosques donde el verde llegaba hasta donde el ojo alcanzaba, con exóticos y curiosos animales.
Era una época en que el papel no había sido inventado, aprendíamos sobre el mundo a través de las palabras de los viajeros, que cuanto más elocuentes y talentosos, más recordados serían. Todo viajero era un contador de historias, un artista.
Cuando la fotografía no era ni siquiera un sueño en la mente de los que soñaban con el futuro, artistas acompañaban expediciones científicas y militares para documentar todo lo que veían. Las obras producidas por esos artistas cautivaron la atención de millones de personas en sus tierras natales. Los periódicos publicaban diariamente relatos de expediciones a tierras lejanas como Egipto y África. Pinturas e ilustraciones complementaban la imaginación de los lectores, como las magníficas pinturas de Samuel Daniell hechas en África en 1804.
Los relatos de escritores como Hemingway, Churchill o Jack London ayudaron a hacer reales tierras lejanas. En el poema ‘La Carga de la Brigada Ligera’, de Lord Tennyson, publicada el 9/12/1854 se inmortaliza la inútil muerte de 100 de 600 soldados británicos durante la guerra de Crimea, cuando por un error de comunicación a una tropa de caballería ligera se le ordenó atacar una posición fortificada de artillería.
“Forward, the Light Brigade!”
Was there a man dismayed?
Not though the soldier knew
Someone had blundered.
Theirs not to make reply,
Theirs not to reason why,
Theirs but to do and die.
Into the valley of Death
Rode the six hundred.
Con el tiempo los relatos de las expediciones se volvieron más objetivos siendo elaborados por los propios científicos, periodistas y escritores continuaron acompañando las misiones, los pintores fueron siendo sustituidos por cámaras fotográficas, y uno de los casos más exitosos de esta simbiosis es la revista National Geographic, fundada en 1888 por la National Geographic Society.
La tirada inicial fue de 165 ejemplares, sólo para los miembros, hoy tiene 40 millones de lectores y un imperio de canales de televisión, expediciones e investigaciones.
La pintura no fue superada por la fotografía, de la misma forma que el texto escrito no fue extinguido por la grabación de voz. Son sólo perspectivas diferentes, y como John Constantine ya señaló, las palabras tienen poder. Las miles de fotos de la Luna hechas por los astronautas del Apolo se volvieron mucho más reales cuando se las acompañó de las palabras de Buzz Aldrin, quien describió lo que veía como una «Magnífica desolación».
Aplaudimos, por eso, la decisión de SpaceX:
Ayer, SpaceX presentó el primer contrato del Big Falcon Rocket con el multimillonario japonés Yusaku Maezawa, dueño de Zozotown, quien antes del exitoso negocio de confección tuvo un negocio vendiendo discos por correo y una banda de música. La carrera musical de Maezawa no llegó lejos pero, declarado amante del arte, invierte buena parte de sus 3.600 millones de dólares en una fundación que promueve a jóvenes artistas. Asimismo es famoso por haber comprado una obra de Jean-Michel Basquiat por 110,5 millones de dólares:
Elon Musk realizó uno de sus sorprendentes anuncios, declaró que Maezawa ha contratado un vuelo de SpaceX con la BFR que le llevará hasta la Luna, con la llamada «trayectoria de retorno libre», el modo más seguro, pues si algo va mal no tiene que hacer nada para volver a la Tierra.
Maezawa no ha comprado un pasaje, ha comprado el vuelo entero pues quiere llevarse a «los mejores artistas de la Tierra» con él a bordo de la gigantesca aeronave que planea construir SpaceX, y para ello ha creado el proyecto llamado #DearMoon, donde serán elegidos entre seis y ocho artistas de todo el mundo para acompañarle en su viaje. Pasarán cinco días y 23 horas en una nave con 1.000 metros cúbicos de espacio presurizado y una ventana panorámica digna de ciencia ficción.
Él quiere llevar a músicos, escritores, arquitectos, cineastas, artistas creativos, jóvenes prometedores, famosos, esencialmente artistas cuyo arte Maezawa ame, y que esos artistas sean tocados e inspirados por la increíble belleza del espacio.
Gustav Holst compuso su magnífica sinfonía ‘Los planetas’ antes de que Plutón fuera descubierto y sin tener ninguna información relevante. Imagínese qué habría hecho si participara en este viaje.
A pesar de lo inédito de la misión, esta no será la primera vez que un artista o arte viajen al espacio. Los astronautas del Apolo dejaron en la superficie de la Luna una escultura homenajeando a los astronautas que en misiones anteriores perdieron la vida, y también unos bocetos de varios artistas famosos incluyendo a Andy Warhol.
En cuanto a artistas en sí, el primero de ellos fue el cosmonauta Alexey Leonov, que en 1965 hizo la primera caminata espacial. Leonov era pintor aficionado y retrató el programa espacial ruso en varios de sus trabajos, pero en términos de pionerismo su misión en la Voskhod 2, junto con Pavel Belyayev fue imbatible. Además de mostrar que hombres podían caminar y trabajar en el espacio, Leonov tuvo tiempo de crear el primer diseño hecho en el espacio:
¿Cuándo y cuánto?
Nadie mencionó el precio del viaje, Musk sólo estimó por alto el coste del proyecto, entre 2 y 10 mil millones de dólares estadounidenses. Parece mucho dinero, pero relativamente hablando es calderilla comparado con el Programa Apollo que costó el equivalente a los 115.000 millones de dólares.
El coste de las Olimpiadas en Río fue de 9.910 millones de dólares en la cotización actual y la Copa del Mundo cuesta más de 38 mil millones de dólares.
El BFR tiene un precio previsto de lanzamiento de 7 millones de dólares, por lo que sólo con los paseos turísticos en órbita baja la SpaceX ya va a tener un beneficio inmenso.
El vuelo del Mecenas Espacial está marcado para 2023 – si todo va bien – la construcción ya está en marcha y se comenzarán a hacer pruebas de vuelos suborbitales el año que viene.
Estamos viviendo el comienzo de una era con SpaceX, puede que algunos digan que la Luna va camino de convertirse en el nuevo destino de moda para multimillonarios, pero el aire acondicionado en los coches sólo existía en el Mercedes importado del padre de un amigo rico, nadie tenía más de un televisor en casa, y la tendencia, es que toda tecnología tiende a popularizarse y abaratarse ¿O crees que crear el chip GPS de tu móvil fue barato?
La exploración espacial es muy cara, es cara pues hay poca demanda y hay poca demanda por ser cara. Una acción disruptiva como esta de Maezawa, de mandar a artistas, gente común para el espacio, creemos que sin duda va a inspirar a innumerables personas en la Tierra.