Un comunicado emitido el miércoles por UNICEF, dice que «muchas de las lesiones infligidas a los niños son graves y pueden cambiar sus vidas para siempre, algunas de las cuales resultaron en amputaciones.
El texto subraya que «la intensificación de la violencia [en Gaza] ha agravado la situación de los niños, cuyas vidas ya son innecesariamente difíciles desde hace muchos años».
La fragilidad del sistema de salud en la franja de Gaza -que se somete a grandes cortes de energía, a la escasez de combustible, medicamentos y equipos- se ha quedado aún más expuesta con la reciente violencia.
En el documento, el organismo de las Naciones Unidas afirma que «los niños deben ser protegidos» y pide a todos los agentes en los territorios ocupados de Palestina a «poner en práctica medidas específicas para mantener a los niños fuera de peligro y evitar más muertes de niños».