Jamón Ibérico, sinónimo de tradición y calidad en toda España

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Jamón Ibérico, sinónimo de tradición y calidad en toda España

Todas las familias de España pueden decir a una sola voz que han crecido con el jamón siendo parte de ellas. La realidad es que no se concibe una gastronomía española sin el jamón ibérico ni sin el jamón serrano, mismos que han dejado su huella profundamente marcada, no solo en el territorio nacional, sino también fuera de las fronteras.

Y es que cualquiera que prueba un gran jamón, en cualquier lugar del mundo, enseguida identifica la fuente de ese sabor único e indiscutible.

Un producto pensado para los paladares más exigentes

Cuando los fabricantes y productores de jamones de España trabajan, lo hacen pensando en las sensaciones que su producto final producirá en el consumidor. Los expertos que se dedican a realizar el mejor de los jamones desean de forma apasionada que el sabor acompañe no solo las comidas, sino que ese sabor impregne en la memoria de todos, hasta tal punto que al recordar una reunión, el aroma y gusto de un jamón no debe de olvidarse.

Hoy por hoy resulta demasiado difícil imaginar una mesa servida en España sin que esté acompañada con un buen plato de jamón ibérico o serrano. No importa cuál sea la ocasión, ni el momento o la hora del día, la delicia de un jamón español de alta calidad puede acompañar siempre.

Una fiesta de fin de año llena de jamón y paz

La Navidad es esa época del año en la que todo es posible, y esa atmósfera llena de paz y amor se hace mucho más significativa alrededor de una mesa llena de comida tradicional. Casi de inmediato, al pensar en tradicionalismo, hay que pensar en jamón, y la pregunta que puede aparecer entonces es cuál es el mejor jamón para compartir durante la Navidad. No es tan sencillo determinarlo, por eso hay que tener en cuenta ciertas recomendaciones que puedan ayudar a escoger un jamón perfecto para estas fechas que se avecinan.

La elección de un buen Jamón Ibérico

A continuación el consejo de los expertos, para que a la hora de elegir una pieza de jamón no se haga de buenas a primeras, sino que se consideren ciertos parámetros para que la decisión sea 100?ertada y pueda llevar a casa una verdadera delicatessen.

  • Lo primero a tener en cuenta es el precio. La realidad es que un jamón económico debe ser descartado de inmediato, porque elaborar un buen jamón tiene un proceso costoso. Se está hablando de un proceso de curación que dura entre 1 y 4 años. Además, el jamón proviene del cerdo, y mantenerlo no es barato. Necesita habitar en una dehesa en perfecto estado, donde pueda consumir las bellotas para su crecimiento. En otras palabras, no hay que confiar totalmente en las ofertas o gangas.
  • Observar la forma de la pata es de suma importancia. Un jamón ibérico de la mejor calidad debe ser largo, estrecho y de caña estilizada, esto es indicativo de la pureza del cerdo, mientras más puro sea éste, mayor será la estrechez de la pata y la caña.
  • Una pezuña desgastada y la distintiva pezuña negra en la pata del jamón ibérico son otros detalles a mirar con lupa. Si una pezuña no está desgastada uniformemente, puede tenerse la seguridad de que el cerdo no estuvo al aire libre en la dehesa.
  • El color de un gran jamón jamás debe ser oscuro o sucio. De no estar ante uno así debe ser descartado, puesto que no fue cuidado durante el proceso con la atención ni la pasión de los verdaderos productores que aman el jamón.
  • La cobertura de grasa que posee un jamón ibérico es brillante y abundante, ya que a diferencia del jamón serrano, este funde a temperaturas más bajas.
  • Por último, es necesario tener entre las características de un excelente jamón su peso que debe estar en torno a los 8 kilos. Aunque debe ser curado durante más tiempo, el resultado es un mejor nivel de grasa y un sabor capaz de embriagar toda la boca.

Un jamón de alta calidad, hecho con la tradición que solo se encuentra en los fabricantes cuya fórmula artesana de cuidado y curación se pasa de generación a generación, debe cumplir con cada una de estas reglas de oro, por así llamarlas. Si el centro de las reuniones de fin de año es regalar amor, compartir alegría y entregar abrazos, todo eso se hará más ameno comiendo jamón entre familia y amigos.